Manuel Castells. "El poder tiene miedo de Internet"...Discutible ¿verdad?

El seis de enero de este año que estamos estrenando, el PAÍS.com publicó una entrevista a Manuel Castells, uno de los teóricos de la comunicación más importantes tanto en ámbito nacional como internacional. Su última obra (traducida a 23 idiomas) es la trilogía “La era de la información: economía, sociedad y cultura”. En la entrevista, Manuel Castells aborda muchos temas pero siempre versando sobre la comunicación en la red y su repercusión social. Todas sus respuestas están fundamentadas en una reciente investigación que realizó la cual consistió en la realización de 15.000 entrevistas personales y 40.000 a través de la Red con la cual se quería conocer los cambios que Internet introduce en la cultura y la organización social.


Una de las ideas que defiende Castells es que Internet, al ser un medio que no se puede controlar, plantea una seria batalla a distintos poderes por ello afirma "que el poder tiene miedo a Internet". Otra de los puntos por los que aboga Castells es que hay un claro desfase entre la tecnología que se oferta hoy día y la cultura o la preparación que tienen los ciudadanos para poder sacarle todo el partido. La primera de estas afirmaciones puede ser un poco discutible ya que más que miedo al medio en sí, lo que hay que temer es al poder de discernimiento del ciudadano usuario de Internet, es decir, a que los internautas sepan cribar lo que en realidad es digno de tenerse en cuenta y lo que no pasa de ser un simple hoax. Lo que verdaderamente ha de temer el poder es al nivel de formación (que no de información) que tiene o que no tiene el pueblo.

Por otro lado, creo que es discutible la relación entre la implicación o uso de Internet con el carácter de una persona que defiende Castells en esta entrevista. Creo que esto no es del todo cierto ya que, desde mi punto de vista debemos distinguir dos tipos de relaciones: la real o interpersonal en vivo (establecen un acto comunicativo cara a cara) y la irreal la cual es la que se da sin que los factores mencionados anteriormente se den necesariamente. Las relaciones virtuales son mucho más fáciles ya que partimos con mucho camino andado puesto que nos podemos crear desde cero y sin esfuerzo alguno una personalidad o una forma de ser (que en algunos casos no corresponde con la realidad) y poder mantenerla con la seguridad que nadie nos la va a rebatir o derrumbar. Por ello puede entenderse que una persona a la que le cueste el relacionarse "en vivo y en directo" con alguien, vea su vía de escape gracias a los canales sociales de los que está construido Internet. Por ello esta relación a la que hace referencia Castells no se ha de dar obligatoriamente. No es algo causal, más bien accidental.