miércoles, 14 de noviembre de 2007

¿Murzia? No, Murcia se escribe con C de CORRECCIÓN




Se aprietan los tornillos, se lubrican los engranajes, se limpian los rodillos… Todo está apunto para que la gran “máquina política” de nuestro país acelere su ritmo de trabajo al máximo con vistas a las elecciones generales del próximo mes de marzo. Todos los partidos políticos comienzan a utilizar sus mejores armas de oratoria para, como en tiempos de los romanos, convencer al foro social de que los ideales que promueven ellos, y por lo tanto los partidos a los que representan, son los correctos, los que le benefician y por descontado los que le van bien al país.

Como en una guerra, en la lucha política de nuestros días, parece que todo vale. Descalificaciones, insultos en cubierto, verdades a medias e incluso mentiras en algunos casos son los métodos de seducción que los dirigentes de los diferentes partidos políticos utilizan para convencer al personal. También podemos encontrar promesas de cambios, mejoras y protección de los diferentes colectivos y características de las que está formada nuestra sociedad. Sin duda alguna uno de los campos en los que se vuelcan cada vez más los políticos es en la cultura y más concretamente en la educación. Nuevos planes de estudios, becas, ayudas e infinidad de propuestas para que entre todos podamos hacer de España un punto de referencia en cuanto a educación se refiere. La lengua es uno de los pilares de nuestra cultura y por lo tanto ha de ser una materia de estudio en profundidad en los centros escolares de todos los niveles ya que gracias a ella conocemos al mundo que nos rodea y podemos fijar nuestras características como comunidad cultural. Pero de todos es sabido que el lenguaje es algo vivo y que se rehace todos los días gracias a la acción creadora del ser humano. Pero esta acción ha de seguir unos patrones, unas normas y unas leyes comunes para que de este modo podamos, en primer lugar dar ejemplo a los que están aprendiéndola a utilizar y en segundo lugar, asegurarnos de que sus cambios siempre sean positivos. Estas normas han de ser iguales para todos y están muy por encima de modas, apetencias o cualquier otro capricho. De este último punto parece ser que no anda bien informado el grupo de asesores del PSOE ya que han lanzado una campaña titulada “Con Z de Zapatero” la cual indiscriminadamente transforma palabras, creando con ello incorrecciones lingüísticas muy graves, para que se adecuen a esta herramienta de promoción política para las próximas elecciones generales. Como dijo el lingüista Karl Voisser, promotor del Idealismo lingüístico, el hombre debe interactuar con el lenguaje pero siempre bajo la obligación moral de mejorarlo.

Los señores del Partido Socialista Español, parece ser que no se han dado cuenta de que, como líderes de partido ejercen una gran influencia sobre la sociedad y que todo lo que ellos digan y cómo lo digan, gracias a la comunicación viral tiene gran efecto sobre la sociedad, y más aún si las plataformas de promoción de sus eslóganes son sitios web tan visitados a escala mundial como YouTube.

Nuestra lengua es muy extensa, muy rica, por lo que no es necesario secuestrarla para utilizarla (a más inri haciéndolo mal) con fines partidistas. Hace poco pudimos escuchar al académico Juan Luís Cebrián en la presentación de dominios multilingües, reprochar al Presidente del Gobierno el uso que de la lengua se está haciendo en esta campaña con esta palabras “Señor presidente del Gobierno, dicho sea con todo el respeto y desde la leal amistad que le profeso, ruego explique a sus asesores que no hace falta asesinar la ortografía para ganar unas elecciones […]Dejen pues de amedrentarnos con las zetas, y no confundan lexicográficamente al personal, ya bastante absorto ante el aluvión de nuevas palabras de bárbaro origen que inundan los medios de comunicación”.

¿Cómo se puede hablar de mejoras en la educación si no se da ejemplo de un buen uso de uno de los pilares más importantes de la misma? ¿Podemos entender que es lícito utilizar cualquier licencia para ganar votos? La cultura ha estado “conviviendo en paz” con todos nosotros desde el nacimiento de los tiempos y, en contra de lo que nos dicta la madre naturaleza, se ha hecho más fuerte con el paso de los años. ¿Ha llegado ya la hora de su declive? Son preguntas que nos debemos hacer ya que todos somos seres creadores de nuestra cultura, de nuestra realidad.

2 comentarios:

Unknown dijo...

buen articulo leon rojo sigue asi!
Te sigo de cerca asique sigue aciendolo igual de bien!!!!

loreto dijo...

no es un comentario de alguien de chicago pero que no se te olvide que yo tb te veo e??jejejeje