domingo, 11 de noviembre de 2007

Peter Pan y la puerilización de la sociedad.




Lo pueril, lo sencillo, lo que no cuesta y sobre todo lo que no nos da problemas es lo que vende, lo que todos buscamos. Hoy día vivimos en una sociedad posmoderna la cual ha dejado la preponderancia de la adquisición material de los bienes o servicios y centra su atención en la capacidad de acceder, tanto a la información (moneda de cambio en la actualidad puesto que es el bien más cotizado), como al ocio, el saber, el bien estar, etc. Esta nueva sociedad sufre, a día de hoy, un desequilibrio, una amnesia selectiva con la que los valores (los grandes metarrelatos), los roles y lo establecido en la Modernidad se ha esfumado, ha quedado sepultado para siempre. Por este motivo, podemos ver que el grosso de la población va perdida sin rumbo fijo buscando como postulan Berger y Luckman, la comunidad que les de el sistema de valores que más se adecue a sus posibilidades y sobre todo a sus apetencias.

Hoy día podemos ver que, como si se tratase de una carta de un buen restaurante, todos buscamos el plato que nos llene más el estómago sin tener que pagar mucho por él. Es fácil llegar a la conclusión de que este planteamiento de vida es poco factible, ya que como dice nuestro refranero español “quien algo quiere algo le cuesta”. Vicente Verdú en su obra “El estilo del mundo” hace una reflexión sobre este rumbo que está tomando la sociedad denominándola como la sociedad pueril y haciendo referencia a lo que anterior mente Lipovestky llamó “ética sin dolor”.

¿Ética sin dolor? ¿Es posible vivir en nuestros días huyendo de las preocupaciones y hocicados en tener una existencia libre de estrés, agobios y responsabilidades? Esta pregunta tiene fácil respuesta ¿verdad? Los individuos posmodernos, al ver que los deseos de paz total no se ven cumplidos, se tiran al suelo y se toman un "rebinche" en forma de dolores, millones de tipos de enfermedades relacionadas con el estrés, ansiedad, ataques al corazón y hasta en situaciones más extremas, suicidios. Ante esta situación de descontrol, “mamá sociedad” tiene que poner orden y concierto en la guardería del mundo. Para poder aplacar los ánimos y hacer soportable la existencia muchos ciudadanos recurren a métodos que sacan el niño que dicen que tenemos dentro, para de este modo volver a una época en donde solo te preocupabas de ti ya que siempre había otra persona que limpiaba todo lo que ensuciabas. Vicente Verdú en su libro dice que “bajo el reino del psicoanálisis la infancia era un pozo de conflictos, pero hoy día la puerilización general es el atajo democrático hacia la felicidad de masa”. Por medio de infinidad de terapias, libros de auto ayuda, ansiolíticos y demás placebos, intentamos huir de una situación que queramos o no queramos es real, la adultez. El síndrome de Peter Pan, hay que dejarlo a parte ya que lo más importante es darnos cuenta de lo que somos, de las responsabilidades que tenemos que afrontar y sobre todo no malgastar nuestro tiempo en esquivarlas, sino invertirlo en aprender a afrontarlas, como adultos socialmente hablando. Pero esa visión de la vida, puede poner en peligro la fácil manipulación que como a un niño, puede ejercer sobre nosotros el sistema capitalista que reina en nuestros días, el Capitalismo de Ficción, el cual alimenta la necesidad de acceder a una vida mejor por medio de sus recursos, ya que de este modo el equilibrio económico no se pierde.

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